Solemos tener ciertas reservas con algunos cosméticos de base oleosa porque sabemos que son un arma de doble filo y hay que saber usarlos para que al final no resulten ser una gran molestia. Para combatir son de gran utilidad los aceites secos con las mismas propiedades y mucho más sencillos de aplicar.
Uno de sus grandes secretos es la textura y densidad y se dice que es seco porque su acabado en la piel no es graso, están elaborados con aceites vegetales, aportan ácidos grasos a la piel y el cabello. Funcionan como un bálsamo que penetra rápidamente en la piel y la deja hidratada y luminosa.
Recomiendan iniciar su uso en las noches posterior a una limpieza profunda de la piel, dar un masaje luego de haber calentado el aceite en las manos. Para identificar un aceite seco debemos tomar en cuenta que dentro de su composición se encuentre algunos de estos ingredientes: aceite de argán, jojoba, albaricoque, sésamo, almendras dulces entre otros.
