En la 78.ª Asamblea Mundial de la Salud, los países miembros OMS aprobaron un histórico acuerdo destinado a mejorar la prevención, preparación y respuesta ante futuras pandemias. Este tratado busca corregir errores observados durante la crisis del COVID-19, como la escasez de insumos médicos y la inequidad en el acceso a vacunas.
Principales medidas del acuerdo
El tratado establece varios puntos clave para fortalecer la cooperación internacional:
Acceso equitativo a patógenos y beneficios derivados, asegurando que los países que proporcionen muestras tengan acceso a los productos médicos resultantes.
Intercambio de tecnologías para la producción de vacunas y medicamentos, promoviendo la colaboración científica global.
Creación de un mecanismo financiero para apoyar a los países en desarrollo en la gestión de crisis sanitarias.
Implementación del enfoque “Una sola salud”, que articula la vigilancia sanitaria entre humanos, animales y el medioambiente.
Reacciones y próximos pasos
La aprobación del acuerdo fue recibida con ovaciones por parte de las delegaciones internacionales, destacando su importancia para la gobernanza global de la salud. Aunque Eslovaquia y otros países se abstuvieron de votar, no hubo objeciones formales. La OMS ahora trabajará en la implementación del tratado, asegurando que las medidas acordadas se traduzcan en acciones concretas para enfrentar futuras pandemias.
Este acuerdo representa un avance significativo en la cooperación internacional y refuerza el compromiso global con la seguridad sanitaria y la equidad en el acceso a tratamientos.