Joropo venezolano fue declarado Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco
El joropo venezolano fue declarado oficialmente Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco el 9 de diciembre de 2025, durante la vigésima sesión del Comité del Patrimonio Cultural Inmaterial celebrada en Nueva Delhi, India. Este reconocimiento internacional otorga al joropo un estatus universal como una de las expresiones más representativas de la identidad cultural de Venezuela y de los llanos suramericanos.
Un reconocimiento a la identidad nacional
El presidente Nicolás Maduro celebró la decisión como “un verdadero premio mundial, un reconocimiento a nuestra identidad, a nuestro pueblo y a la venezolanidad”. Destacó que este logro es fruto del trabajo sostenido del Ministerio de Cultura, el Centro de la Diversidad Cultural y de las comunidades que mantienen viva esta tradición.
El ministro de Cultura, Ernesto Villegas, subrayó que el expediente presentado ante la Unesco incluyó la participación directa de cultores y artistas de todo el país, reflejando la diversidad de estilos del joropo: llanero, central, oriental y andino. Esta riqueza convierte a Venezuela en el país con mayor variedad de esta manifestación cultural.
Origen y características del joropo
El joropo tiene raíces que se remontan al siglo XVII y es resultado del sincretismo cultural entre indígenas, africanos y europeos. Se caracteriza por la combinación de música, poesía, canto y baile, acompañados de instrumentos como el arpa, el cuatro y las maracas, aunque en algunas regiones se incorporan la bandola, el violín o el acordeón.
Más allá de ser un género musical, el joropo es un sistema cultural integral que acompaña la vida cotidiana en los llanos venezolanos: desde las faenas agrícolas hasta las celebraciones familiares y religiosas. Sus letras narran historias de amor, humor y la dureza de la vida rural, funcionando como una crónica oral del pueblo.
Impacto cultural y proyección internacional
La inscripción del joropo en la lista de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad refuerza la presencia de Venezuela en este ámbito, sumándose a otras tradiciones como el casabe, inscrito en 2014. Este reconocimiento no solo protege la práctica cultural, sino que también la proyecta internacionalmente como símbolo de la identidad venezolana y del mestizaje latinoamericano.
El joropo venezolano, ahora Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, representa un triunfo cultural que consolida la defensa de los valores nacionales y la riqueza de las tradiciones populares. Este logro reafirma la importancia de preservar y difundir una manifestación que, más allá de la música y el baile, constituye un legado histórico y espiritual para Venezuela y el mundo.
